El glutamato monosódico es uno de los aminoácidos que más abunda en la naturaleza. ¿Conoces sus efectos?

¿Qué es el glutamato monosódico?

El glutamato monosódico es un aditivo alimentario. Es utilizado en cocina como potenciador del sabor. Se suele utilizar, por ejemplo, en carnes procesadas o alimentos congelados, para mejorar su gusto.

El glutamato se utiliza también para reducir la ingesta de sal. Esto es beneficioso para aquellas personas que padecen enfermedades cardiovasculares e hipertensión.

Este aditivo por sí solo no tiene sabor agradable. Para adquirir un buen sabor, es necesario complementarlo con otros alimentos y así, potenciar el sabor. También es importante utilizarlo en una concentración correcta. De lo contrario, dejará un mal sabor en el plato.

La cantidad empleada del glutamato, varía según el tipo de comida. En caldos, por ejemplo, un exceso de este aditivo deja un sabor desagradable, percibido antes que en otros platos añadiendo la misma cantidad.

Síndrome del restaurante chino

Este síndrome engloba los efectos provocados por el glutamato monosódico. Es uno de los aditivos más utilizados en la comida asiática. Por ello, sus efectos secundarios se conocen como “Síndrome del restaurante chino”.

El glutamato también puede encontrarse en productos comerciales. Entre estos productos podemos encontrar salsas, pasteles, aceitunas o jamón.

Efectos del GMS (Glutamato monosódico)

Una investigación realizada por la NCBI (National Center for Biotechnology Information) estudió los efectos del glutamato en personas. Este estudio sugiere que hay cierta parte de la población sensible a este aditivo. Este grupo de personas padecería algunos de los síntomas característicos.

Dependiendo de la gravedad de los síntomas, no se requiere ningún tratamiento salvo dejar de consumir este aditivo. En los casos más graves como taquicardia o dificultad para respirar, se debe acudir al médico para el tratamiento correspondiente.

Síntomas frecuentes

  1. Dolor de cabeza o migrañas
  2. Rubor y enrojecimiento que puede ir acompañado de urticaria
  3. Asma
  4. Calambres
  5. Sensación de presión en la cara

Diferentes estudios también advierten de otros efectos aparte de los citados. Entre estos estudios encontramos el de la Clínica Mayo. Esta investigación añade además efectos como náuseas, debilidad, taquicardia y dolor de pecho, entre otros.

Otra investigación en Japón, observó el efecto del glutamato sobre la vista. Este aditivo, provocó el deterioro de la retina en los animales sobre los que se realizó el experimento.

Glutamato y obesidad

Muchas investigaciones advierten de la propagación de la obesidad y su relación con el aditivo glutamato. Jesús Fernández Tresguerres, catedrático en Fisiología en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid investigó sobre ello. El consumo elevado de este aditivo provoca obesidad. En estos últimos años, la ingesta de proteínas ha aumentado, junto con la obesidad. La hipótesis de este investigador, sugiere que es el glutamato lo que ha elevado los casos de obesidad y no la proteína.

En otro de sus estudios reafirma esta hipótesis. La nueva investigación demuestra el efecto del glutamato en el hipotálamo. A concentraciones ligeramente superiores en los alimentos cotidianos, el glutamato podría suponer un riesgo en la regulación hipotalámica. Esta parte del cerebro tiene especial importancia respecto a la obesidad, dado que controla numerosas funciones vitales. Entre estas funciones, encontramos la regulación del apetito y la sed. El glutamato interfiere con la hormona leptina, la cual actúa en esta parte del cerebro. Esta hormona, es la encargada de controlar la saciedad. El hipotálamo, al verse afectado por el glutamato alteraría esta regulación aumentando el apetito. Además de obesidad, el glutamato podría provocar diferentes trastornos en la alimentación.

Otras investigaciones paralelas, además, sugieren una relación entre este aditivo y enfermedades degenerativas.

Cómo evitar el glutamato monosódico

En restaurantes es difícil tener garantía de que no estamos tomando un plato con glutamato. Para prevenir el consumo de este aditivo, se debe de evitar consumir alimentos procesados. Entre estos alimentos, por supuesto, encontramos la comida “basura”, salsas, alimentos congelados…

Es más fácil evitar el consumo de glutamato si sabemos de dónde viene la comida que vamos a consumir. Por ello, es muy importante leer las etiquetas de los alimentos. Muchos de los alimentos bajos en grasa y/o enriquecidos también contienen este aditivo, por lo que hay que tener cuidado.

Además el glutamato puede estar presente en otros ingredientes. Entre éstos encontramos ácido glutámico, extracto de levadura, concentrado de proteína de suero, proteína texturizada y productos hidrolizados.

Consejo

Lo mejor que podemos hacer es llevar una alimentación saludable con alimentos frescos y que sepamos su procedencia.