Primera semana de consultas después de la vuelta de vacaciones y tras analizar los resultados de los pacientes que han luchado por no engordar en las navidades, voy a destacar la frase de uno de ellos que había engordado bastante según mi criterio, casi nada según el de ella.  Cuándo ya nos despedíamos me dijo “tranquila, estos kilos los adelgazo rápido que los tengo flojos”
 

Pues así es, mi querida paciente, con un largo historial de dietas y por tanto de experiencia en el proceso. Estaba cargada de razón…pero sólo a medias. Posiblemente haga la dieta los primeros días tal y como quedamos y consiga perder 3 kilos en una semana o menos.
 

Pero, esos kilos que se cogen y se pierden tan rápido ¿es engordar y adelgazar realmente?.
 

Bueno, la realidad es que la báscula sube y baja, pero el proceso de adelgazar va más allá de eso.  Hay que bajar grasa para perder peso de forma más permanente, si no, el siguiente fin de semana de excesos volveremos a ganar los mismos kilos que con gran esfuerzo perdimos durante la semana.
 

Los que ya sois pacientes de DietAlba nos habréis escuchado hablar sobre el glucógeno y su importancia a la hora de adelgazar.
 

Para explicar de una manera rápida y sencilla el metabolismo energético me gusta hacer un símil entre el paciente y una estufa. Algo aparentemente muy tonto pero que me permite saltarme todas las explicaciones bioquímicas y metabólicas y que generalmente deja claro los conceptos de consumo de energía y de cómo y porqué adelgazamos…o engordamos.
 

Si nos comparamos con la ya mencionada estufa, tenemos que pensar que podemos alimentarnos con tres tipos de combustible.
 

  • El primero, un combustible líquido que nos da calor inmediato pero que se gasta muy rápido y que además no podemos almacenar y nos dura unas horas si no suministramos más, este combustible sería la glucosa en sangre.

 

  • Hay un segundo combustible que son sacos de carbón que también nos aportan mucho calorcito aunque un poco más lento, pero que podemos almacenar, eso sí, de forma limitada. En este caso, siguiendo nuestra comparativa, estamos hablando del glucógeno y esos sacos de carbón (glucógeno) es la forma que tiene el cuerpo de almacenar energía en el hígado y en el músculo para gastarla de una manera bastante rápida en caso de necesitarla.

 

  • El tercer combustible de nuestra estufa es la leña, que tendremos que ir a cortar al bosque andando cinco kilómetros y volviendo cargados con los troncos. Sí, efectivamente esto parece más trabajoso y es lo mismo que piensa nuestro metabolismo energético…ufff que cansado con lo a gusto que estoy en el sofá, ¿no tendré algún saco de carbón por ahí guardado?

 

Como ya habréis deducido, la leña que hay que salir a cortar es nuestra grasa acumulada a lo­­ largo del tiempo y los sacos de carbón los “kilos flojos” a los que se refería mi paciente. Estos kilos, que suelen ser de 2 a 4 y que podemos coger casi en un fin de semana y perder a lo largo de la siguiente semana, en realidad es una manera de acumular y gastar los sacos de carbón, pero no de consumir el almacén que nos interesa de verdad, la grasa.
 

En conclusión, para adelgazar , o sea, para perder grasa, hay que hacer un esfuerzo más a largo plazo y no almacenar carbón, para que finalmente nos levantemos del sofá y salgamos a cortar leña.
Eso se consigue con una dieta adaptada a cada paciente y con cambios permanentes que puedan equilibrarse con el tipo de vida y gustos de cada uno.

 

Desde DietAlba os deseamos que tengáis una buena semana.