Cáncer y aceite de palma, una combinación que vuelve a proporcionar titulares por las recientes investigaciones. ¿Qué hay de cierto en todo ello?

Breve historia del aceite de palma, peligro medioambiental

El aceite de palma procede del fruto de la palma africana, Elaeis guineensis. Producido fundamentalmente en Indonesia, Malasia y países de América Latina como Colombia.

El cultivo de esta variedad de palma, está provocando la eliminación mediante quema, de grandes superficies de selva, eliminando junto con la vegetación, especies animales endémicas en peligro de extinción.

Y lo que es peor aún, está desplazando de sus tierras a comunidades indígenas, que si terminan trabajando en este cultivo, lo harán en condiciones de semiesclavitud. Eso sí, da trabajo a cientos de miles de personas en todo el mundo.

Este aceite, barato y abundante, no solo se usa en alimentación. Se usa también en cosmética e incluso para la fabricación de velas

Sustituto de las demonizadas grasas trans

El aceite de palma se erigió como el sustituto de las grasas trans o hidrogenadas. Estas grasas, son aceites en origen líquidos que tras un proceso químico adquieren consistencia sólida. Lo que modifica determinadas características de las que ya se ha demostrado que son perjudiciales para la salud.

Estas grasas trans, abundaban y todavía están presentes, en muchos productos alimenticios. Así que, se buscó un sustituto menos malo…¿el aceite de palma?

Pero al aceite de palma ¿es realmente más seguro que las grasas trans?

Parece ser que no.

Según recientes investigaciones el aceite de palma, el más utilizado actualmente en el mundo, es el nuevo monstruo, junto al azúcar, de los alimentos procesados.

Ya en 2009 un estudio del Departamento de Agricultura de EEUU demostraba que el consumo de aceite de palma ocasionaba aumento del colesterol LDL (malo) y disminución del HDL (bueno). Con el consiguiente riesgo de enfermedades coronarias. Lo mismo que pasaba con las grasas hidrogenadas.

Cáncer y aceite de palma ¿porqué se relaciona el aceite de palma con el cáncer?

El componente principal del aceite de palma es el ácido palmítico, un ácido graso saturado.

En un estudio realizado recientemente por el IRB Barcelona (Institute of Research in Biomedicine Barcelona) se ha visto que hay una proteína (CD36) presente en la membrana de las células tumorales y que se encarga de capturar e introducir los lípidos dentro de las células.

Vieron que hay una relación directa entre el metabolismo de las grasas y la metástasis de las células tumorales. Debido a la acción de la proteína mencionada.

Ensayaron con ratones y con un ácido graso en particular: el ácido palmítico procedente del aceite de palma.

¿Porqué usaron este aceite para el estudio?

Pues precisamente porque se encuentra presente en muchísimos alimentos procesados. Y en conclusión extrajeron que en esta sociedad en la que incrementamos exponencialmente el consumo de grasas y azúcares, se está viendo un crecimiento paralelo del cáncer y la metástasis.

El consumo de grasas es necesario. Nuestro cuerpo necesita ingerir ácidos grasos esenciales, que el cuerpo no es capaz de sintetizar y que son vitales. Pero hay que conocer los alimentos de los que proceden esas grasas, para elegir el tipo de grasa más adecuado. Y desde luego no son los alimentos procesados, tan abundantes en el supermercado.

Os contaremos más adelante en el blog, cuáles son esas grasas esenciales y en qué alimentos se encuentran.

Riesgo para la salud

  1. Tanto las grasas trans como el aceite de palma producen aumento del colesterol malo y disminución del colesterol bueno.
  2. Este desequilibrio entre colesterol malo (LDL) y bueno (HDL), aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  3. Además del riesgo cardiovascular, ampliamente estudiado, ahora los estudios lo relacionan con la metástasis de algunos tipos de cáncer.

Nuestra opinión

Por todo esto, creemos que no hace falta insistir demasiado en que las grasas trans, hidrogenadas y aceite de palma, son perjudiciales.

NO son necesarias para nutrir nuestro organismo, sino todo lo contrario

El aceite de palma, abunda en los alimentos procesados. Bollería, galletas, panes tostados y de molde, comida preparada, frutos secos fritos, patatas fritas o snacks, etc.

¿Es casualidad que precisamente esos alimentos son los que tiene más sal y más azúcares?

No, no lo es.

Son alimentos hipercalóricos, baratos y adictivos, prescindibles cien por cien de nuestra dieta. Pero precisamente por su composición (grasas, azúcares y sales), generan esa “dependencia” tan difícil de controlar en ocasiones.

Nos parece un tema tan importante, que seguiremos analizando todo los estudios que se publiquen para ofreceros más información.