Una manera diferente de comer verdura: Alcachofas rellenas de carne

La alcachofa es un alimento repleto de nutrientes. Si os gusta la cocina, no os podéis perder esta receta de alcachofas rellenas de carne.

La alcachofa es un tesoro en cuanto al aporte de minerales y vitaminas se refiere.

Con esta receta de alcachofas rellenas de carne, estaréis comiendo verdura de una forma distinta. Además estaréis aportando unos buenos niveles de nutrientes necesarios para el organismo.

Uno de los elementos que podemos destacar de esta receta, es su contenido en calcio. Con este plato, estaremos aportando al organismo 397,76mg de calcio. Las recomendaciones diarias de este mineral estarían alrededor de 800g/día. Por lo tanto, con esta receta de alcachofas rellenas de carne estaríamos aportando prácticamente la mitad de los valores aconsejados.

El calcio es el macromineral más abundante presente en el cuerpo. El calcio tiene múltiples funciones en nuestro organismo. La más conocida, es la formación de tejido óseo. Encontramos la mayor parte del calcio en los huesos y dientes, aunque otra parte está distribuido por el organismo.

El hueso se está constantemente regenerando, por lo que es imprescindible su aporte.

El calcio también se encuentra unido a albúminas. Éstas, son proteínas con funciones básicas para nuestro organismo. Entre estas funciones encontramos el transporte de hormonas y otras sustancias y control de pH.

El calcio tiene un efecto importante en nuestros músculos. Este mineral, además, en compañía de Na, K y Mg, conserva el tono muscular y la excitabilidad nerviosa.. Por lo que también participa en la transmisión del impulso nervioso y contracción muscular.

Otra de las funciones del calcio, es su participación en la coagulación sanguínea.

1. Pérdida de tejido óseo, pudiendo provocar patologías como osteoporosis o raquitismo
2. Irritabilidad muscular y tetanias
3. Puede provocar ansiedad y dificultades para respirar
4. Alteraciones cardíacas

Las consecuencias de una dieta baja en calcio son a largo plazo. Tiene mayor repercusión en niños y embarazadas.

Comenzamos preparando las alcachofas. Les quitamos las primeras hojas de la superficie y la base, de modo que podamos ponerlas de pie y se mantengan. Cortamos la parte superior (que no la usaremos). Nos vamos a quedar únicamente con los corazones de las alcachofas, que son los que usaremos para rellenar y después hornear. Básicamente lo que hacemos es quitarle a las alcachofas las partes que no se comen, sólo dejamos la parte rica de la alcachofa.

Ponemos a calentar una olla con abundante agua y con un poco de sal fina. Cuando comience el agua a hervir, echamos las alcachofas y las dejamos unos 20-25 minutos a fuego medio para que se cuezan. Una vez estén cocidas, las sacamos del agua con cuidado y les vaciamos la parte interior con una cuchara pequeña. La idea es hacerles un hueco en el centro para meter el relleno después.

Ahora vamos a hacer el sofrito. Para esto, pelamos y picamos tanto el ajo como la cebolla bien finos. Ponemos a rehogar en una sartén con un poco de aceite y cuando tomen color les echamos un poco de pimentón. Removemos y añadimos la carne picada, salpimentamos y sofreímos la carne. Añadimos un poco de vino blanco y el tomate frito. Bajamos la intensidad del fuego. Comprobamos cuando el sofrito esté en su punto, con la cebolla bien pochada y con el tomate frito reducido, lo apartamos del fuego. En este momento comenzamos a rellenar las alcachofas con el sofrito con carne que acabamos de preparar, intentando rellenar todo lo posible para que las alcachofas tengan todo el sabor.

Precalentamos el horno a 180 grados, cuando las alcachofas estén rellenas, les ponemos el queso por encima y las metemos en el horno hasta que gratinen.

Comenzamos preparando las alcachofas. Les quitamos las primeras hojas de la superficie y la base, de modo que podamos ponerlas de pie y se mantengan. Cortamos la parte superior (que no la usaremos). Nos vamos a quedar únicamente con los corazones de las alcachofas, que son los que usaremos para rellenar y después hornear. Básicamente lo que hacemos es quitarle a las alcachofas las partes que no se comen, sólo dejamos la parte rica de la alcachofa.

Ponemos a calentar una olla con abundante agua y con un poco de sal fina. Cuando comience el agua a hervir, echamos las alcachofas y las dejamos unos 20-25 minutos a fuego medio para que se cuezan. Una vez estén cocidas, las sacamos del agua con cuidado y les vaciamos la parte interior con una cuchara pequeña. La idea es hacerles un hueco en el centro para meter el relleno después.

Ahora vamos a hacer el sofrito. Para esto, pelamos y picamos tanto el ajo como la cebolla bien finos. Ponemos a rehogar en una sartén con un poco de aceite y cuando tomen color les echamos un poco de pimentón. Removemos y añadimos la carne picada, salpimentamos y sofreímos la carne. Añadimos un poco de vino blanco y el tomate frito. Bajamos la intensidad del fuego. Comprobamos cuando el sofrito esté en su punto, con la cebolla bien pochada y con el tomate frito reducido, lo apartamos del fuego. En este momento comenzamos a rellenar las alcachofas con el sofrito con carne que acabamos de preparar, intentando rellenar todo lo posible para que las alcachofas tengan todo el sabor.

Precalentamos el horno a 180 grados, cuando las alcachofas estén rellenas, les ponemos el queso por encima y las metemos en el horno hasta que gratinen.